Mi perro tiene el ojo rojo y cerrado, ¿Qué puedo hacer?

Los ojos de tu perro son tan sensibles como los tuyos e igual de susceptibles a la irritación, a las alergias, a las lesiones y a las enfermedades.

Una de las primeras señales que indican irritación es el enrojecimiento de la parte blanca del ojo que se produce al inflamarse los pequeños vasos sanguíneos que contiene, a lo que llamamos ojo rojo.

Puede ser de distintos tipos, y responder a causas muy variadas, desde una ligera irritación o alergia, o algo más serio, como una enfermedad ocular.

Muchas de las patologías que se producen en el ojo, se acompañan de dolor, y la consiguiente respuesta de los músculos de alrededor del ojo que hacen que los párpados se cierren parcial o totalmente.

Si tu mascota no presenta otros síntomas los primeros pasos a tomar son los siguientes:

  • Límpiaselos con suavidad. Puedes usar una gasa empapada en suero fisiológico o, si no tienes, en agua embotellada. Si la causa es una alergia o irritación, esto le ayudará a sentirse mejor. Es importante no reutilizar la gasa y no emplear la misma para ambos ojos.
  • Observa el ojo de tu perro por si ves algo dentro. Si es una espiga o algo que no esté clavado, puedes intentar quitarlo con mucho cuidado. Si es algo clavado o punzante, es mejor que acudas a tu veterinario con urgencia para que lo extraiga con el material adecuado.
  • No administres ningún medicamento en el ojo de tu perro si no te lo ha prescrito un veterinario, ya que cada problema necesita un tratamiento diferente y podría empeorar o retrasar la curación si no usas el adecuado.

Los ojos rojos no siempre son señal de algo malo, pero las lesiones y enfermedades oculares pueden progresar rápido, por lo que más vale prevenir que curar. Así que si ves algo inhabitual en los ojos de tu mascota como:

  • Inflamación
  • Secreción y ojos entrecerrados
  • Se toca o rasca la cara
  • Ves sangre
  • La pupila se ha vuelto blanquecina o azulada
  • Aprecen síntomas como falta de apetito o decaimiento