Los ojos de tu perro son tan sensibles como los tuyos e igual de susceptibles a la irritación, a las alergias, a las lesiones y a las enfermedades.
Una de las primeras señales que indican irritación es el enrojecimiento de la parte blanca del ojo que se produce al inflamarse los pequeños vasos sanguíneos que contiene, a lo que llamamos ojo rojo.
Puede ser de distintos tipos, y responder a causas muy variadas, desde una ligera irritación o alergia, o algo más serio, como una enfermedad ocular.
Muchas de las patologías que se producen en el ojo, se acompañan de dolor, y la consiguiente respuesta de los músculos de alrededor del ojo que hacen que los párpados se cierren parcial o totalmente.
Si tu mascota no presenta otros síntomas los primeros pasos a tomar son los siguientes:
Los ojos rojos no siempre son señal de algo malo, pero las lesiones y enfermedades oculares pueden progresar rápido, por lo que más vale prevenir que curar. Así que si ves algo inhabitual en los ojos de tu mascota como: